La nueva conciencia de los programas informáticos, apenas iniciada, nos obliga a reconfigurarnos en un mundo que nos sabe ajeno y al que tenemos que acostumbrarnos.
Miembro del Centro PEN Guatemala y Editor Suplemento Cultural, Diario La Hora.
La nueva conciencia de los programas informáticos, apenas iniciada, nos obliga a reconfigurarnos en un mundo que nos sabe ajeno y al que tenemos que acostumbrarnos.