Escribir una carta enamorada, no la funcional o la dirigida con fines de gestión, sino la realizada para el intercambio de sentimientos, es algo poco habitual en nuestros tiempos. Su protocolo: sentarse, tomar la pluma y registrar las emociones en papel, es algo absolutamente en desuso. Pero hubo una época en que la normalidad seSigue leyendo «Cartas de amor»