Perder el juicio a causa del desbordamiento de las emociones es de lo más habitual en nuestros días, casi un rasgo conductual que nos define. Los psicólogos dicen que es razonable lo padecido a causa de las circunstancias adversas de la pandemia. ¡Qué duda cabe, lo nuestro es la inestabilidad permanente! Vamos por la vida,Sigue leyendo «Ética de la cordura»