Hace mucho que el santoral icónico de la posmodernidad me parece desabrido. No sé si se deriva de la inefectividad de la industria del espectáculo, la amargura que ofrecen los años o la falta de plasticidad que me impide la asunción de modelos, pero los santurrones que caminan (o caminaron) por la alfombra roja meSigue leyendo «Ídolos con pies de barro»