Uno de los pasos decisivos que tenemos que dar en el proceso de madurez de nuestras emociones es el que consiste en aprender a convivir con los demás. El esfuerzo de tolerancia por el que renunciamos a posicionarnos como centros del mundo para juzgar lo que no comprendemos o juzgamos extraño como digno de rechazo. Sigue leyendo «Un proyecto ético»