Dicen que “Dios escribe recto en renglones torcidos”. Ya lo creo. Es lo que pasa con la celebración del día de las madres. Mientras ha sido el mercado el que ha instituido la fecha o, como menos, el que más provecho le saca, la memoria cala inadvertidamente, con sutileza, en el corazón de los hijosSigue leyendo «Una devoción a veces inmerecida»