El descaro de nuestra ralea política no tiene parangón. Me refiero, por ejemplo, a la reinstalación como vocal de la Corte Suprema de Justicia e integrante de la Cámara Civil, de la magistrada Blanca Stalling. Un hecho bochornoso que dibuja a cuerpo entero la inmoralidad de nuestros políticos que se burlan por enésima vez deSigue leyendo «La normalización del descaro»