La exquisitez no es una cualidad extendida entre nuestros políticos en Guatemala. No me referiré a la falta de gusto en sus asesores, siempre venales y de ordinario delincuentes (como ellos mismos), tampoco diré nada de la estética en su apariencia personal, el mal gusto de su porte desaliñado y francamente espantoso. Escribo de laSigue leyendo «Pitecántropos»