La vida fuera más sencilla si dejáramos de preocuparnos de muchas cosas, la economía, los afectos, la política, los deportes y hasta nuestra apariencia personal, las dietas, el ejercicio y la salud. Vivimos empeñados en hacer de nuestra vida un suplicio constante, sin darnos cuenta de que nos consumimos en aquello que Sartre llamaba “pasiónSigue leyendo «La vida amarga»