Los delincuentes que quieren incrustarse en la estructura del Estado son bribones que no pueden medirse según los parámetros de una persona media. En primer lugar, por la falta de escrúpulos, la avaricia ilimitada y el disfrute de la adrenalina cuando es expuesto y perseguido, pero sobre todo por la audacia que lo lleva aSigue leyendo «Un frente común contra la delincuencia de cuello blanco»