Vivimos días delicados en los que, por su propia naturaleza, debemos tomar con la serenidad exigida por las circunstancias. Lo natural es la excitación y el miedo, el pábulo y los extremos, el desequilibrio. Lo sobredimensionado no hace bien a ninguno, llevándonos a situaciones peores a los que la realidad nos impone. Ya me diránSigue leyendo «Lo mejor está por venir»