El individualismo secundado por el capitalismo no tiene reflejos, ignora la vida, mata el arte, prohíbe la diferencia, es grosero de espíritu. Se ha impuesto con promesas que solo a ellos alcanza.
Miembro del Centro PEN Guatemala y Editor Suplemento Cultural, Diario La Hora.
El individualismo secundado por el capitalismo no tiene reflejos, ignora la vida, mata el arte, prohíbe la diferencia, es grosero de espíritu. Se ha impuesto con promesas que solo a ellos alcanza.