La inmoralidad del mercado no tiene límites porque en el plano de las relaciones priva la ganancia, de modo que el otro es reducido a mercancía del que se puede obtener provecho.
Miembro del Centro PEN Guatemala y Editor Suplemento Cultural, Diario La Hora.
La inmoralidad del mercado no tiene límites porque en el plano de las relaciones priva la ganancia, de modo que el otro es reducido a mercancía del que se puede obtener provecho.